lunes, 16 de abril de 2012

OSOS POLARES EN PELIGRO DE EXTINCION

Actualmente hay 5 de las 19 especies de osos polares en un estado de vulnerabilidad. Esto se debe al descenso en números de su población. Es preocupante que si eso continúa, se habrán extinguido. Parte del problema tiene que ver con el hecho de que los osos polares han sido cazados constantemente desde hace décadas. No habían restricciones y el desafío de cazarlos era muy inspirador para los cazadores de todo el mundo.
oso polar comiendoCon las otras especies del oso polar, 5 de ellas parecen mantenerse estables. Hay informes de que dos categorías han aumentado en número, lo que es muy alentador. No hay suficientes datos recopilados sobre el resto de las especies como para poder colocarlos en una categoría, ya sea en peligro de extinción o no. Se estima que su número se reducirá en un 30% durante los próximos 45 años si no se toman medidas ahora para evitar que esto ocurra.
Los esfuerzos de conservación incluyen restricciones del gobierno sobre la caza de osos polares en peligro de extinción. Sin embargo, se estima que cientos de ellos son matados ilegalmente cada año en todo el mundo. Esto a menudo se debe a que las penalizaciones no son muy estrictas o no se cumplen muy bien en varios lugares. Muchas personas piensan que los osos polares son una gran amenaza, por lo que quieren cazarlos antes de que puedan atacar.
Es cierto que cualquier ataque a un humano por parte de un oso polar generalmente termina en la muerte, pero no suelen perseguir los seres humanos. Tienden a alejarse de una situación potencialmente peligrosa. La gran excepción es cuando tienen mucha hambre y otras fuentes de alimentos no les son suficientes en ese momento.
oso polar en su habitatOtra gran preocupación , para el oso polar en peligro de extinción es la cantidad de contaminación existente. Hay una gran cantidad de pesticidas a los que están expuestos. También consumen la grasa de las focas que tienen un montón de toxinas en sí mismas. Además la presencia de exceso de metales pesados ​​para los osos polares es una preocupación. Todo esto puede provocar abortos involuntarios durante el embarazo, cachorros con bajo peso al nacer, y el sistema inmunológico debilitado. Estos escenarios evitan que se incremente el número de su población en el planeta.
La mayor amenaza para la vida del oso polar es el calentamiento global. Para combatir esta agravante, y evitar la extinción del oso polar, se tendrán que hacer cambios en nuestros estilos de vida. Muchos de los animales que se encuentran en peligro de extinción, como  el oso polar, no tienen control sobre estos cambios ambientales. Sólo los humanos lo hacen, y ahora es el momento de tomar una acción positiva.
Debido a la diversa distribución de donde viven los osos polares, es razonable anticipar que el número de ellos disminuye en algunos lugares más que en otros. De hecho, en algunas zonas las cifras parecen ir en aumento. Sin embargo, en general los números son muy bajos. Se espero poder encontrar la manera de llevar a cabo investigaciones adicionales. Saber más sobre la vida de los osos polares, así como por qué mueren, puede ayudar a sacarlos de la situación de peligro de extinción.
A finales de 2008 el Oso Polar se agregó oficialmente a la lista de los Estados Unidos de Especies Amenazadas. Se estima que no hay más de 25.000 osos polares en el mundo. Sin embargo, debido a su amplia distribución y el hecho de que a menudo están en zonas aisladas, el número exacto es difícil de determinar. No todo el mundo siente que los números son lo suficientemente bajos aún para colocar los osos polares en este estado de peligro de extinción. Sin embargo, esto se basa en la investigación científica y las predicciones sobre la vida de estos animales, en lugar de su número actual

ANIMALES EN VIA DE EXTINCION

En términos biológicos, se considera a la extinción como un fenómeno completamente natural resultado de un proceso en el que una especie se origina a partir de otra -la que se extingue-, lo cual ocurre generalmente en el lapso de varios miles o varios cientos de miles de años. También desaparecieron aquellas especies que no lograron adaptarse a los cambios que ocurren en su hábitat, lo cual aconteció de forma natural y, en la mayoría de los casos, en largos periodos de tiempo. Es así como dos terceras partes o más de las especies animales que han existido en el planeta se han extinguido. A diferencia de las extinciones que ocurrieron en el pasado de forma natural, las actuales están sucediendo a un ritmo acelerado y no obedecen a una incapacidad natural de adaptación de las especies, ni son el resultado de un proceso evolutivo, sino que se debe a la actividad que el hombre lleva a cabo.
Los libros rojos tuvieron sus inicios hacia mediados de la década de los sesenta para llamar la atención sobre las especies que se encuentran en peligro de extinción.. Desde entonces los criterios para definir si una especie se encuentra amenazada han pasado por un proceso de refinamiento progresivo hasta llegar a aquellos vigentes desde mediados de los años noventa. En su forma moderna los libros rojos evalúan el grado de amenaza de extinción en que se encuentran las diferentes especies y proponen medidas de conservación. El establecimiento de nuevos criterios y categorias por parte de la UICN en 2001 con un énfasis cuantitativo para reducir el grado de subjetividad en la clasificación de las especies ha sido una herramienta muy importante para una nueva generación de libros rojos a nivel mundial. Estos criterios hicieron evidente la necesidad de actualizar la información para la fauna y flora que era considerada como amenazada en país.Las listas que se presentan son de carácter preliminar, elaboradas en 1998 y desde entonces sometidas a revisión por más de un centenar de investigadores vinculados al proceso de elaboración de los libros rojos. La categorización se basó en la metodología propuesta por la UICN 1994, sin embargo se aplicó al conocimiento nacional dejando de lado el carácter global. El Instituto Humboldt quiere agradecer y reconocer la labor realizada por los autores de las listas, pues éstas se han constituido en la base del trabajo de los libros rojos.

"Congelan material genetico de animales en peligro"

"Cada tres minutos desaparece del planeta una especie silvestre, y se desmontan seis hectáreas de selva tropical para uno humano.Ante esto,científicos del Jardín Zoológico de Buenos Aires están preservando material genético congelado, que en su momento y lugar, se utilizarán para reintroducir especies extinguidas o en peligro de extinción.El Proyecto se llama "ARCA" (Asistencia a la Reproducción y Conservación animal", y utiliza la técnica de criopreservación (frozen zoo=zoológico congelado, o banco de genes). Se está aplicando en ganadería hace 25 años, y ahora la están empleando en los zoológicos de vasrias partes del mundo con los fines mencionados.El banco de genes, como un arca de Noé moderna permitirá conservar la diversidad genética original de las especies.Y dice Luis Jacome, director del proyecto ALCA, "que pasado el "diluvio" que hemos desatado los humanos, existirá así posibilidad de devolverlas a la naturaleza".

"AQUÍ LA GENETICA ESTÁ EN FUNCIÓN DE AYUDAR A PALIAR ALGO DE LA DESTRUCCIÓN QUE LOS SERES HUMANOS HACEMOS AL PLANETA."

Loro orejiamarillo

Esta especie se encuentra en peligro critico de extinción, por lo tanto, no hay una población grande de loros, lo que quiere decir que hay solo pequeños grupos, en muy pocas zonas. Anteriormente, se distribuía en los Andes colombianos y en el oeste de Ecuador, pero se presume que esta extinta en este último país (Salaman 1999). Se conoce una población en la cordillera central en el Tolima y hace poco, se descubrió otra en zonas altas en la cordillera occidental, en el suroeste de Antioquia.
Esta hermosa ave, se encuentra hoy en día en peligro critico de extinción a nivel nacional y mundial. Esto se debe, en parte, a la destrucción de sus hábitats, principalmente a la destrucción de la Palma de Cera (Ceroxylon quindiuense), la cual es su lugar de anidación, de refugio, etc. Esta palma se encuentra altamente amenazada debido básicamente a que es utilizada en los festejos de La Semana Santa, en el conocido domingo de ramos y además, es afectada por la ganadería ya que estos animales consumen sus retoños y no permiten su normal crecimiento.

El Lince




La población de lince ibérico se ha visto reducida en los últimos 10 años en mas de un 50%, debido a la persecución sufrida por parte del hombre, la perdida del hábitat y el descenso de las poblaciones de conejo, base de su alimentación. Actualmente el lince ibérico cuenta con una escasísima población, cifrada en menos del millar de ejemplares, distribuida en varias decenas de subpoblaciones, aisladas la gran mayoría entre si. Esta fragmentación de sus poblaciones es uno de sus principales problemas a medio plazo para la conservación de la especie.

El Condor de los Andes

El Cóndor, considerado ser el ave más grande del mundo, se ve como símbolo de fuerza y salud. La piel de un Cóndor atrae precios hasta de 1000 soles ($25).

Por cientos de años el Cóndor ha batallado contra la humanidad para sobrevivir. El Cóndor ha sido amenazado por la cacería, deforestación (pérdida de su hábitat), contaminación del aire, agua y comida, y la severa reducción de su fuente de alimento. En 1973, el U.S. Fish and Wildflife Service (agencia federal para la protección de peces y animales salvajes) agregó el Cóndor Andino a la lista de animales en amenaza de extinción. Aunque todavía no se ha iniciado un censo del Cóndor, se cree que su población ha sido disminuida, y, que en Ecuador, Perú y Venezuela sigue disminuyendo.

El Manati



Los manatíes pueden ser salvados a pesar de todos los peligros que enfrentan. Pero todos debemos entrar en acción inmediatamente. Los conservadores, son gente que trabaja para proteger animales, plantas y otros recursos naturales, ellos luchan para que se cumplan las leyes que prohiben la cacería de los manatíes. También están trabajando junto con los organismos estatales para establecer refugios y santuarios marinos (áreas protegidas), donde los manatíes puedan vivir sin ser perturbados por los cazadores, los botes y la contaminación. Los científicos están investigando el comportamiento de manatíes, de manera que podamos entender mejor a estos animales. Todos debemos comprender la situación peligrosa que encaran los manatíes, para protegerlos.

QUE CAUSA LA EXTINCION

Causas de la extincion de los animales
Las causas de la extincion de los animales pueden separarse en varios grupos segun su origen. La importancia de la accion del Hombre en el proceso de extincion es innegable. Todos debemos tomar cartas en el asunto para ayudar a preservar las especies mas amenazadas

Diferentes procesos pueden causar la extincion de una especie y podemos separalos en diferentes grupos:

 Causas Naturales: Estos procesos naturales, provocan la extincion de las especies:

Envejecimiento
Enfermedad
Parasitismo
Competencia con otras especies

* Catastrofes Naturales:

Incendios
Sequías
Inundaciones
Volcanes
Glaciares
Huracanes
Catastrofes Provocadas por el Hombre:

Incendios Destruccion del medio ambiente
Sobre explotacion de los recursos
Explotacion agropecuaria
Explotacion forestal

* Otras causas provocadas por el Hombre:

Trafico de fauna
Caza de plagas
Caza furtiva
Caza deportiva
Caza comercial

Sin dudas, el mayor responsable de la extincion de los animales es el HOMBRE, debido a la alteracion de los habitats detallados a continuacion.

Destrucion de lagunas
Manglares
Pantanos
Areas rocosas
Bosques de tierras bajas
Drenaje y relleno de tierras inundables

Pandas en peligro de extincion

El Hombre es tambien el causante de la extincion de infidad de especies animales y vegetales por la contaminacion ambienta, la caceria, la explotacion y sobreexplotacion. No debemos olvidar otra cauda importante, la Introduccion de
animales exoticos modificando la cadena alimenticia.

Todos formamos parte de un balance ecologico, por esta razon debemos comenzar a proteger nuesta fauna; tras la extincion de una especie, se rompe la cadena alimentaria, esto tiene efectos totalmente devastadores sobre la vida animal

La responsabilidad del Hombre tiene como obligacion moral proteger y conservar el medio ambiente, dando la posibilidad a futuras generacion de disfrutar de un medio Huracanes

tigre blanco

* Catastrofes Provocadas por el Hombre:

Incendios Destruccion del medio ambiente
Sobre explotacion de los recursos
Explotacion agropecuaria
Explotacion forestal

* Otras causas provocadas por el Hombre:

Trafico de fauna
Caza de plagas
Caza furtiva
Caza deportiva
Caza comercial

Sin dudas, el mayor responsable de la extincion de los animales es el HOMBRE, debido a la alteracion de los habitats detallados a continuacion.

Destrucion de lagunas
Manglares
Pantanos
Areas rocosas
Bosques de tierras bajas
Drenaje y relleno de tierras inundables



El Hombre es tambien el causante de la extincion de infidad de especies animales y vegetales por la contaminacion ambienta, la caceria, la explotacion y sobreexplotacion. No debemos olvidar otra cauda importante, la Introduccion de
animales exoticos modificando la cadena alimenticia.

Todos formamos parte de un balance ecologico, por esta razon debemos comenzar a proteger nuesta fauna; tras la extincion de una especie, se rompe la cadena alimentaria, esto tiene efectos totalmente devastadores sobre la vida animal

La responsabilidad del Hombre tiene como obligacion moral proteger y conservar el medio ambiente, dando la posibilidad a futuras generacion de disfrutar de un medio ambiente ideal.

Extinción masiva del Triásico-Jurásico


Intensidad de la extinciones a lo largo de la historia de la vida. La extinción del Triásico está representada por «Final Tr».
Metoposaurus, un temnospóndilo, grupo que casi desapareció tras esta extinción.
La Extinción masiva del Triásico-Jurásico fue una de las mayores extinciones masivas, que afectó profundamente la vida en la superficie y en los océanos de la Tierra. Desparecieron cerca del 20% de las familias biológicas marinas, los arcosaurios no dinosaurios ni Crocodilomorfos (al menos, en parte), la mayoría de los terápsidos y los últimos grandes anfibios. La liberación de tantos nichos ecológicos permitió que los dinosaurios asumieran el papel dominante durante el período Jurásico subsiguiente.
Se han propuesto diversas explicaciones para este evento, pero en todas ellas quedan cabos sueltos. Ni los cambios climáticos graduales ni los cambios en el nivel del mar ocurridos durante el Triásico explican lo repentino de la extinción del panorama marino. Es posible que haya ocurrido un impacto de asteroide, pero no se ha encontrado evidencias de impactos cuya datación corresponda con el paso entre el Triásico y el Jurásico. Pudiera tratarse de erupciones volcánicas masivas, causando la emisión de dióxido de carbono o sulfuro de carbono en la zona magmática del Atlántico central. Esto habría causado un recalentamiento global intenso (en el caso del dióxido de carbono) o bien un enfriamiento global igualmente intenso (en el caso del sulfuro de carbono). Sin embargo, la composición isotópica de las tierras fósiles del final del Triásico y del principio del Jurásico no muestran evidencia concluyente de cambios en los niveles de esas sustancias. Estas hipótesis son evaluadas en función de las nuevas evidencias que se van encontrando.

QUE ES LA EXTINCION

En biología y ecología, extinción es la desaparición de todos los miembros de una especie o un grupo de taxones. Se considera extinta a una especie a partir del instante en que muere el último individuo de esta. Debido a que su rango de distribución potencial puede ser muy grande, determinar ese momento puede ser dificultoso, por lo que usualmente se hace en retrospectiva. Estas dificultades pueden conducir a fenómenos como el taxón lázaro, en el que una especie que se presumía extinta reaparece abruptamente tras un período de aparente ausencia. En el caso de especies que se reproducen sexualmente, la extinción es generalmente inevitable cuando sólo queda un individuo de la especie, o únicamente individuos del mismo sexo.
A través de la evolución, nuevas especies surgen a través de la especiación, así como también otras especies se extinguen cuando ya no son capaces de sobrevivir en condiciones cambiantes o frente a otros competidores. Normalmente, una especie se extingue dentro de los primeros 10 millones de años posteriores a su primera aparición,[2] aunque algunas especies, denominadas fósiles vivientes, sobreviven prácticamente sin cambios durante cientos de millones de años. La extinción es histórica y usualmente un fenómeno natural. Se estima que cerca de un 99,9% de todas las especies que alguna vez existieron están actualmente extintas.[3] [4]
Antes de la dispersión de los humanos a través del planeta, la extinción generalmente ocurría en continuo bajo índice, y las extinciones masivas eran eventos relativamente raros. Pero aproximadamente 100.000 años atrás, y en coincidencia con el aumento de la población y la distribución geográfica de los humanos, las extinciones se han incrementado a niveles no vistos antes desde la extinción masiva del Cretácico-Terciario.[5] A esto se le conoce como la extinción masiva del Holoceno, y se estima que para el año 2100 la cantidad de especies extintas podría alcanzar altas cotas, incluso la mitad de todas las especies que existen actualmente.[6] [7] [8]

Contenido

 [ocultar

 Definición

La categoría "Extinto" en la versión 3.1 de 2008 de la Lista Roja de la UICN
Tronco del extinto Lepidodendron (Carbonífero)
Una especie se extingue cuando su último ejemplar existente, muere. Por lo tanto, la extinción se convierte en una certeza cuando no hay ningún integrante capaz de reproducirse y dar lugar a una nueva generación. También una especie se puede volver extinta funcionalmente cuando solo sobrevive una reducidísima cantidad de miembros, que son incapaces de reproducirse debido a problemas de salud, edad, distancia geográfica debido a un muy grande rango de distribución, por falta de individuos de ambos sexos (en las especies que se reproducen sexualmente), u otras razones.
Para identificar la extinción (o pseudoextinción) de una especie se requiere que ésta se encuentre claramente definida. Si finalmente se declara extinta, la especie en cuestión deber ser claramente distinguida de cualquier otra especie ancestro, descendiente o de otras especies relacionadas. La extinción de una especie (o el reemplazo de ésta por una descendiente) juega un papel clave en la teoría del equilibrio puntuado de Stephen Jay Gould y Niles Eldredge.[9]
En ecología, el término extinción también se utiliza a menudo de manera informal para referirse a una extinción local, en la que la especie deja de existir en un área determinada, aunque sigue viviendo en otro lugar. Este fenómeno también es conocido como extirpación. Las extinciones locales pueden preceder a un reemplazo de la especie, desde ejemplares de otros lugares; la reintroducción del lobo es un ejemplo de esto. Las especies que no se encuentran extintas se denominan existentes, y las especies existentes que se encuentran bajo amenaza de extinguirse se integran en categorías tales como especie amenazada, especie en peligro o especie en peligro crítico.
Un aspecto importante de la extinción en la actualidad son los intentos del ser humano de preservar a las especies que corren el peligro de extinguirse, lo que se refleja en la creación del estado de conservación "Extinto en Estado Silvestre" (abreviado como EW). A las especies listadas bajo este estatus de la Lista Roja elaborada por la UICN no se les conoce especímenes vivos en estado salvaje o natural, y los únicos ejemplares existentes son mantenidos en zoológicos u otros ambientes artificiales. Algunas de estas especies están extintas funcionalmente, debido a que ya no forman parte de su hábitat natural y es poco probable que sean reintegradas a la naturaleza.[10] Algunas instituciones intentan mantener una población viable para las especies que, si es posible, puedan reintroducirse a su estado natural mediante programas de crianza cuidadosamente planificados.
La extinción de una especie puede provocar un efecto en cadena en su hábitat natural, causando la extinción de otras especies del mismo. A esto también se le denomina "cadenas de extinción".[11] [12]
En la actualidad, muchas organizaciones ambientalistas y gobiernos se preocupan por la extinción de especies debido a la intervención humana y velan por su prevención. Entre las causas artificiales de la extinción está la caza, la contaminación, la destrucción de su hábitat, la introducción de nuevos depredadores, entre otras.

[editar] Pseudoextinción

Pueden o no existir descendientes de una especie extinta. Estas especies descendientes o hijas evolucionan desde su especie padre con la mayor parte de la información genética de esta última, y aunque la especie ascendiente se extinga, su descendiente puede seguir existiendo. A este hecho también se le llama pseudoextinción.
La demostración de una pseudoextinción es dificultosa, debido a que se requiere evidencia de peso que relacione los miembros de una especie existente con una preexistente. Por ejemplo, en algunas ocasiones se menciona que el Hyracotherium, antiguo animal que compartía un ancestro común con el caballo de hoy en día, está pseudoextinto, debido a que hay varias especies existentes de Equus (el género del caballo), incluyendo a la cebra y el burro. Sin embargo, debido a que las especies fósiles no dejan material genético, no es posible esclarecer si el Hyracotherium evolucionó en las especies modernas del caballo, o si simplemente lo hizo desde un ancestro común con los caballos actuales. En consecuencia, la pseudoextinción suele ser más fácil de demostrar para grupos taxonómicos grandes.

 Causas

La paloma migratoria, una de las cientos de especies de aves extintas, fue cazada durante algunas décadas hasta que se extinguió.

Existen una variedad de causas que pueden contribuir directa o indirectamente a la extinción de una especie o un grupo de especies.
Así como cada especie es única, lo es cada extinción.. las causas para cada una son variadas — algunas sutiles y complejas, otras obvias y simples
En Watching, from the Edge of Extinction[13]
En términos sencillos, cualquier especie que sea incapaz de sobrevivir o reproducirse en su ambiente, y que tampoco pueda trasladarse a otro ambiente nuevo donde sí sea capaz de realizar estas cosas, muere y se extingue. La extinción de una especie puede suceder de improviso (por ejemplo, cuando la polución convierte a un hábitat entero inhabitable), o puede ocurrir gradualmente a través de incluso cientos de millones de años, como puede pasar cuando la especie en cuestión paulatinamente pierde la competición por el alimento frente a otras especies mejor adaptadas.
La evaluación de la relativa importancia de los factores genéticos en comparación con los ambientales como causa de extinción ha sido comparada con el debate de innato o adquirido.[4] La cuestión de si las extinciones en el registro fósil han sido provocadas en su mayoría por catástrofes o por la evolución ha estado sujeta a discusión; por ejemplo, Mark Newman, el autor de Modeling Extinction, presenta un modelo matemático para las extinciones masivas entre las dos posiciones.[2] Por el contrario, la biología de la conservación usa el modelo de vórtice de extinción para clasificar las extinciones por sus causas. Cuando se plantea la extinción humana, estas causas se encuentran con los efectos del cambio climático o un desastre tecnológico, lo que se muestra por ejemplo en el libro Nuestra Hora Final (2003) de Martin Rees.
En la actualidad, grupos ambientalistas y algunos gobiernos se preocupan acerca de las extinciones provocadas por la propia humanidad, e intentan combatirlas a través de una variedad de programas de conservación.[5] Los seres humanos pueden provocar la extinción de una especie debido a la sobreexplotación de un ambiente, contaminación, destrucción del hábitat, la introducción de nuevos predadores o competidores, caza exagerada, entre otras razones. La edición de 2008 de la Lista Roja elaborada por la UICN incluye a 717 taxones de animales[14] y 87 de plantas[15] bajo la categoría "extinto" (EX), todas extinciones sucedidas después del año 1500, aunque puede que el número sea una subestimación significativa de la real cantidad de extinciones.[16] Fenómenos demográficos y genéticos
La genética de poblaciones y los fenómenos demográficos afectan a la evolución, y en consecuencia el riesgo de extinción de una especie. Las especies con poblaciones pequeñas suelen ser mucho más vulnerables a la extinción[17] y a estos efectos.
La selección natural actúa propagando los rasgos genéticos beneficiosos para una especie y eliminando los deficientes. Sin embargo, una mutación deletérea puede propagarse a toda una población mediante el efecto de la deriva genética.
Un acervo genético diverso entrega a una población una posibilidad más alta de sobrevivir a cambios adversos en su ambiente. En consecuencia, los efectos que remarcan pérdida de la variabilidad genética pueden incrementar las posibilidades de extinción de una especie. Los cuellos de botella pueden reducir dramáticamente la diversidad genética limitando de manera importante el número de individuos en condiciones de reproducirse y haciendo de la endogamia un suceso más frecuente. El efecto fundador puede causar una rápida especiación individual, y es uno de los ejemplos de un cuello de botella.

 Contaminación genética

Las especies que se han desarrollado histórica y naturalmente en una región específica pueden estar amenazadas en gran medida debido al proceso de la contaminación genética (por ejemplo, la homogeneización o el reemplazo de los genotipos locales provocada por una introgresión) que podría ocasionar la introducción de animales o plantas con una ventaja numérica o de aptitudes.[18] En este caso, especies no nativas pueden dar lugar a la extinción de animales o plantas nativas debido a su introducción deliberada o a la destrucción de su hábitat, poniendo en contacto a especies que se encontraban anteriormente aisladas. Este fenómeno puede ser especialmente perjudicial para especies raras que entren en contacto con otras más abundantes, causando que se crucen y modificando su reserva genética creando híbridos y conduciendo a la especie nativa original a una extinción completa.
Extinciones como estas no siempre son evidentes a partir de solo observaciones morfológicas (es decir, por la apariencia externa). Un cierto grado de flujo genético puede ser normal y un proceso evolutivo constructivo, debido a que es imposible preservar todas las constelaciones de genotipos y genes. Sin embargo, la hibridación con o sin introgresión puede ser una amenaza a la existencia de especies raras.[19]
La generalización de la contaminación genética también lleva a un debilitamiento del desarrollo natural del acervo genético específico de la región, causando animales y plantas híbridos más débiles e incapaces de vivir en entornos naturales cambiantes en el largo plazo, llevándolas finalmente a la extinción.
El acervo genético de una especie o una población es el grupo completo de los alelos únicos que se encuentran al inspeccionar el material genético de cada miembro vivo de la especie o la población. Un gran acervo genético indica una alta diversidad genética, que se asocia con poblaciones robustas que pueden sobrevivir a intensivos episodios de selección. Por el contrario, una baja diversidad genética (véase endogamia y cuello de botella) puede provocar la reducción de las aptitudes biológicas e incrementar la posibilidad de extinción entre una población reducida de individuos de una especie pura.

 Degradación del hábitat

La degradación del hábitat de una especie puede alterar el paisaje adaptativo hasta el punto que esa especie ya no está en condiciones de sobrevivir y se extinga. Esto puede suceder por efectos directos (como que el entorno se vuelva tóxico) o indirectos (limitando la capacidad de la especie de competir contra nuevos competidores o por disminuida cantidad de recursos).
La degradación del hábitat por toxicidad puede matar a una o varias especies rápidamente, a través de la contaminación o provocándoles esterilidad. Esto también puede suceder en períodos de tiempo más largos con un nivel bajo de toxicidad continua, afectando su expectativa de vida, su capacidad reproductiva o su competitividad.
Por otro lado, la degradación del hábitat también puede tomar forma con la destrucción física de éste. La amplia destrucción de la pluvisilva y su reemplazo con terrenos de pastoreo es ampliamente citada como un ejemplo de esto;[6] [20] la eliminación de densas selvas también destruye la infraestructura de la que muchas especies dependen para sobrevivir. Por ejemplo, un helecho que dependa de una sombra densa para su protección de la luz solar directa no puede sobrevivir sin los árboles que le provean esa sombra. Otro ejemplo es la destrucción de los fondos oceánicos provocada por la pesca de arrastre.[21] [22]
La disminución de los recursos o la introducción de nuevas especies competidoras también puede suelen acompañar a la degradación del hábitat. El calentamiento global también ha permitido que algunas especies expandan su rango de distribución, provocando competiciones con otras especies que ocupaban previamente esas áreas. En algunas ocasiones estos nuevos competidores son predadores y afectan directamente a las especies como presas, mientras que otras veces toman ventaja en la obtención de recursos frente a especies más vulnerables. Estos recursos vitales incluyen el agua y el alimento, y suelen estar limitados debido a la misma degradación del hábitat. Todo esto puede finalmente conducir a la extinción en estado natural o completa de estas especies.

Predación, competición y enfermedades

El sapo dorado fue visto por última vez el 15 de mayo de 1989. Desde 1980 se registra un creciente declive en las poblaciones de anfibios en todo el mundo.
Los seres humanos han trasladado animales y plantas desde un lugar del mundo a otro durante cientos de años, algunas veces de manera deliberada (por ejemplo, el ganado llevado a varias islas por los marineros como fuente de alimento) y otras de manera accidental (por ejemplo, las ratas que se escapaban de los barcos). En la mayoría de los casos, estas introducciones no son exitosas, pero cuando se establecen como especies invasoras, las consecuencias pueden ser catastróficas. Las especies invasoras pueden afectar a las endémicas, por ejemplo depredándolas, compitiendo con ellas, destruyendo o degradando indirectamente su hábitat, o introduciendo patógenos o parásitos capaces de enfermarlas o matarlas. Las mismas poblaciones humanas pueden actuar como predadores invasivos. De acuerdo con la "hipótesis de caza excesiva", la rápida extinción de la megafauna en áreas como Nueva Zelanda, Australia, Madagascar o Hawái es resultado de la repentina llegada del ser humano a esos ambientes, con animales que nunca antes habían entrado en contacto con los primeros y que estaban completamente inadaptados para sus técnicas de predación.[23] [24]

 Coextinción

La coextinción se refiere a la pérdida de una especie debido a la extinción de otra.[25] [26] Un ejemplo sería la desaparición de una especie de parásito en caso de la extinción de su anfitrión. La coextinción también puede ocurrir cuando una especie pierde sus polinizadores, o a los predadores de una cadena trófica en caso de la desaparición de sus presas.[26]

 Calentamiento global

Existe una discusión respecto a como afecta el calentamiento global a largo plazo sobre la desaparición de distintas especies. Algunos estudios muestran que podría conducir a la extinción de incluso una cuarta parte de todos los animales y plantas al año 2050.[27] [28] [29]
Se ha dicho que el Hemibelideus lemuroides, que sólo se encuentra en las montañas del norte de Queensland, en Australia, sería el primer mamífero extinto debido al calentamiento global.[30] [31] La especie no ha sido vista en tres años[32] y una expedición realizada a principios de 2009 fracasó en encontrar algún ejemplar.[33]

Extinción masiva

Extinction intensity.svg CámbricoOrdovícicoSilúricoDevónicoCarboníferoPérmicoTriásicoJurásicoCretácicoPaleógenoNeógeno
Intensidad de la extinción marina a través del tiempo. El gráfico azul muestra el porcentaje aparente (no el número absoluto) de los géneros de animales marinos extintos durante un determinado intervalo de tiempo. Se muestran las ultimas cinco grandes extinciones masivas. (fuente e información de la imagen)
En la historia de la vida sobre la Tierra se cuentan al menos cinco extinciones masivas. En ellas muchas especies desaparecieron en un período geológico relativamente corto. En la más reciente, la extinción masiva del Cretácico-Terciario ocurrida hace unos 65 millones de años, al final del periodo Cretácico, desaparecieron los dinosaurios junto con muchas otras especies.

 Extinciones masivas modernas

De acuerdo a una encuesta realizada en 1998 a 400 biólogos por el Museo Americano de Historia Natural, siete de cada diez creía que se encontraba en las primeras etapas de una extinción masiva provocada por los seres humanos,[34] conocida como la extinción masiva del Holoceno.
En la misma encuesta, un 70% creía que dentro de los próximos treinta años (es decir, cerca del 2028) la quinta parte de todas las especies se extinguiría.[34] El biólogo E.O. Wilson estimó en 2002 que, de continuar la actual tasa de destrucción humana de la biosfera, la mitad de todas las especies que viven en el planeta se extinguirán en 100 años.[6] [35]
Sin embargo, el hecho de que este evento sea algo actual impide ver el problema con la debida perspectiva histórica, por lo que hay disparidad de opiniones al respecto.

Comprensión científica e investigación

Los dinosaurios son uno de los grupos animales extintos durante la extinción masiva del Cretácico-Terciario, cuya causa es aún tema de debate entre los investigadores.
Cuando la extinción fue descrita en una lectura realizada por Georges Cuvier en 1796, la idea parecía amenazante a quienes creían en la cadena de los seres o scala naturae, una posición que establecía la conexión de los seres vivos con Dios y que no permitía la desaparición de ningún "eslabón" en esta conexión.[36] En consecuencia, la idea no fue ampliamente aceptada antes del siglo XIX.[37] [38]
Esto también se sustentaba ya que debido a que en ese entonces, todavía el mundo no estaba completamente explorado y cartografiado, por lo que los científicos no podían descartar que las especies que se encontraban solamente en el registro fósil estuvieran "escondidas" en otras partes inexploradas del planeta.[39]
En la actualidad, la extinción es un importante tópico de investigación en los campos de la zoología y la biología en general, y también se ha convertido en tema de preocupación fuera de la comunidad científica. Organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza, fueron creadas con el objeto de preservar a las especies de la extinción. Algunos países también han intentado evitar la destrucción de hábitats, la sobreexplotación de los suelos, y la polución, mediante la promulgación de leyes y decretos. Aunque muchas extinciones provocadas por los seres humanos podrían ser calificadas como accidentales, también hay otras que se han concretado de manera deliberada, como la destrucción de algunos virus peligrosos, o la extirpación de especies problemáticas.

 El ser humano en la extinción

Algunas tecnologías que provocan un mínimo o ningún efecto nocivo probado al Homo sapiens pueden ser devastadores para la vida silvestre (por ejemplo, el DDT).[40] [41] Algunos gobiernos ven en ocasiones a la pérdida de especies nativas como un daño a su ecoturismo,[42] por lo que promulgan leyes que sancionan el comercio o la caza de estas especies en un esfuerzo por prevenir la extinción en estado silvestre. También se crean reservas naturales con el objeto de proveer un hábitat continuo y estable a las especies amenazadas por la expansión humana. El Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992 resultó en varios planes internacionales de acción, que intentan entregar directrices para la conservación de la biodiversidad de parte de los distintos gobiernos. Grupos como la Alianza por Cero Extinciones[43] trabajan para educar al público y presionar a las administraciones para que tomen medidas frente a la amenaza de distintas especie Extinciones planificadas
Los seres humanos han trabajado agresivamente por la extinción de muchas especies de virus y bacterias con el objeto de erradicar distintas enfermedades. Por ejemplo, el virus de la viruela está esencialmente extinto en estado silvestre,[44] mientras que el que provoca el polio está confinado a pequeños lugares alrededor del mundo como resultado de los esfuerzos para curar la enfermedad que produce.
La bióloga Olivia Judson, entre otros científicos, han abogado por la extinción deliberada de algunas especies específicas, como los mosquitos Anopheles (que transmiten la malaria) y Aedes (que transmiten el dengue, la fiebre amarilla, la elefantiasis, entre otras enfermedades), argumentando que su erradicación podría salvar al menos a un millón de personas.[45] Para concretarlo, plantea la introducción de un elemento genético capaz de introducirse a sí mismo en otro gen crucial, creando un "gen knockout" recesivo. La consecuente reducción de la diversidad genética de la familia Culicidae alcanzaría un 1%.[45]

 Clonación

Los recientes avances tecnológicos han alentado la hipótesis de que usando el ADN de una especie extinta esta última se podría traer "de vuelta a la vida" mediante el proceso de la clonación.[46] Algunos objetivos propuestos para la clonación incluyen al mamut,[47] el tilacino,[48] el quagga y el dodo.[49]
El concepto, popularizado por la novela y posterior película Jurassic Park, fue puesto a prueba cuando en 2009 nació la primera cabra bucardo clonada,[50] [51] una subespecie de cabra del pirineo oscense, después de que se extinguiera el año 2000.[52] El ejemplar falleció unos siete minutos después debido a problemas pulmonares congénitos.[50]